Siempre he sido fan de las
cosas japonesas. No de todas, claro, pero ver grupos japoneses siempre me
resulta curioso. Eso no quita que luego no me interesen demasiado, como es el
caso de este concierto, del que no recuerdo prácticamente nada. Eso sí, esta
entrada representa un momento histórico: la llegada de euro al mundo de los
conciertos. Al menos, a los que yo iba.
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