Esta era la época en la que
todos los grupos de hard rock y glam metal de los 80 fueron muriendo uno tras
otro. Skid Row podrían haber sobrevivido a ese holocausto musical, pero si para
ello tenían que renunciar a hacer canciones como “18 and life” o “I remember
you”, esa era una lucha que no merecía la pena. Lo intentaron con el disco de
esta gira, el típico disco de los 90 en el que los grupos ochenteros querían
parecer “alternativos”, y el disco era más o menos digno, pero si estuve
durante todo el concierto en primera fila clavándome una barra en el estómago, no
era para escuchar “Subhuman race”.
Creo recordar que salí
bastante satisfecho, y después de darlo todo durante el concierto, a la salida
nos esperaba la madre de un amigo que nos fue a recoger en coche. Qué momento
tan poco rockero.
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